En la etapa de Educación Primaria el alumnado debe aprender a definir, identificar y manejar correctamente una serie de contenidos gramaticales. Esta primera toma de contacto suele llevarse a cabo a través de los libros de texto. Por ello, es conveniente conocer cuáles son las estrategias de enseñanza-aprendizaje y metodología didáctica predominante que deriva de la utilización de los mismos para el abordaje de la gramática en el aula.
Como señala Børre Johnsen (1996), es muy importante tener en cuenta y muy presente que, en el proceso de elaboración y consumo de los libros de texto, hay varias partes interesadas (autores, editores, autoridades…) y tienen como objetivo servir a diferentes grupos de personas (profesorado, estudiantes, familias…), no compartiendo las mismas motivaciones cada uno de ellos.
A la hora de pronunciarse sobre la investigación en este campo, hay tres nombres que destacan al realizar una revisión bibliográfica, pues llevaron a cabo estudios pioneros y exhaustivos de gran importancia; son Choppin (1998, 2000 y 2001), Børre Johnsen (1996) y Escolano Benito (1996, 2001 y 2006). Tal y como señalan las anteriores investigaciones, tradicionalmente se han utilizado indistintamente diferentes términos para referirse a este recurso: libro, libro de texto, libro didáctico, libro elemental, libro escolar, libro guía, manual, manual escolar, texto escolar…
La presente investigación realiza una revisión teórica sobre diversos aspectos relacionados con el libro de texto, destacando cinco núcleos temáticos: su utilización y presencia en la escuela (con la consiguiente desprofesionalización docente producida por un uso excesivo del mismo), el debate existente sobre la conveniencia de su utilización en el proceso de enseñanza-aprendizaje (analizando las dos posturas resultantes: los que niegan su utilidad -libro de texto como obstáculo- y los que se muestran partidarios y defensores del mismo -libro de texto como ventaja-), la organización y distribución típica de los contenidos gramaticales (la cual, en general, presenta una estructura compartimentada de la lengua, así como un enfoque monolingüe), la terminología empleada (caracterizada por una gran dispersión y variedad conceptual, algo que produce serios problemas entre el profesorado y el alumnado) y, por último, el papel del sector docente (pues, en la práctica, es el principal destinatario del libro de texto, por lo que el proceso seguido para su elección es fundamental, así como sus prácticas en el aula y la formación previa recibida).